Lo "natural" de nuevo

Sigo oyendo la frasecita de "lo natural" por aquí, "lo natural" por allí... ¿Qué es lo natural? Lo natural son los rios que van oradando la piedra junto a la que pasan; lo natural son las vacas que cada vez que evacuan, contaminna que te cagas (y nunca mejor dicho); y lo natural es el hombre, que abre carreteras, clona ovejas, se plastifica por dentro, tiene los hijos cuando quiere e intenta colonizar Marte.

Según esto, es absurdo seguir con el cuento de que el hombre lucha contra la naturaleza. A la Naturaleza se la trae al pairo lo que haga el hombre. El hombre sólo se puede hacer daño a sí mismo y a las otras especies que coinciden con él en el segundo de Universo que le ha tocado. Durante millones de años han aparecido especies y se han extinguido. Lo "natural" sería que el hombre desapareciese como el resto. Ahora bién, el hombre no quiere desaparecer. Todo su afán es sobrevivir. Eso del creced y multiplicaos es una chorrada. Eso lo hacen todos los animales. Lo que el ser humano hace es sobrevivir.

Además, si lo pensamos, ¿qué carámbanos hacemos el noventa por ciento del tiempo en que estamos despiertos? ¿Creamos? ¿Descubrimos? ¿Inventamos? No. Sobrevivimos. A los diez jugamos, a los veinte nos divertimos, a los trinta procreamos, a los cuarenta luchamos con el resto, a los cincuenta no rendimos a la evidencia, a los sesenta (si aguantamos) pensamos en no hacer nada y de los setenta hasta el fin, nos preparamos para la muerte. Eso es lo que hacemos, pero no lo que deberíamos estar haciendo. Durante todo ese tiempo casi todo el tiempo vamos de acá para allá, moviendo papeles, pidiendo dinero, pagando deudas y bebiendo cocacola o cerveza y poco más.

Sí, efectívamente es muy triste. Pero sólo estoy intentando concienciarme, concienciarnos de que estamos haciendo el canelo. Que lo más importante no es la juerga con los amigos, ni el cole de los niños, ni la boda ni el ascenso; lo más importante es estar con los que quieres tranquílamente, sin dejar que los problemas te amarguen el momento.

Sé que es fácil decirlo desde mi edad, mis hijos mayores y mi trabajo estable, pero sólo intento inclinar un poco la balanza de vuestro día a día hacia este lado. Ya sé que no es posible del todo, pero hay que intentarlo.

El que sueña, no peca. Y el que se tumba en el parque a oir a los pájaros, tampoco.