Feminista
Ante todo he de decir que
solo puedo hablar por lo que veo, ya que lo mío no es indagar en los libros,
igual que hay otros que solo hablan según lo que leen sin mirar a su alrededor.
Recuerdo que cuando yo tenía unos 12 años, los Beatles y toda su cohorte,
incluidos los Brincos y demás grupos españoles, nos volaban la cabeza. Después,
con 16, me llegó Bob Dylan y los cantautores de la lucha antifranquista. Así,
cuando murió el asesino dictador, ya habíamos retomado el camino progresista de
la segunda república, o sea, sanidad universal, educación de verdad, igualdad de
género, etc. El feminismo no se mencionaba en nuestro ambiente: se ejercía,
corrigiendo poco a poco el famoso micro machismo.
(Por cierto, me encanta este
ejemplo de micro machismo: "Un padre y un hijo viajan en coche. Tienen un
accidente grave, el padre muere y al hijo se lo llevan al hospital porque
necesita una compleja operación de emergencia. Llaman a una eminencia médica,
pero cuando llega y ve al paciente, dice: "No puedo operarlo, es mi
hijo". ¿Cómo se explica esto?". Está claro que todo el mundo piensa
en un hombre cuando se habla de "eminencia médica", pero es una
mujer).
Pero, volviendo al tema,
qué engañados estábamos. España no era Madrid, ni ninguna de las capitales de
provincias. Había mucha rémora franquista que cambiar. Y a eso se dedicó el
partido socialista. Mal que bien, nos sacó del paletismo en que nos tenía el
régimen. Nos sentimos europeos por primera vez en décadas. Y empezamos a
mejorar. Hasta que de pronto, en el año 1996, se para todo. El culto al dinero
y la supresión de la asistencia social y la desaparición de los valores humanos
como prioridad, comienzan a cambiar de nuevo el rumbo de la sociedad Española
hacia una pobreza espiritual. El azar y la estupidez de ciertos dirigentes
quiso que los socialistas volvieran al poder en 2004. Esto comenzó a retomar
las mejoras, intentando rehacer lo deshecho por el aznarismo. Entre estos
empujes, el más fuerte fue el del feminismo. La discriminación positiva, las
leyes contra el machismo y los techos de cristal entraron en nuestra
vida.
Y aquí estamos, ocho años
después. Mucho ha cambiado en cuanto a la vida diaria, pero lo esencial sigue
inamovible. España está dividida en dos. No en hombres y mujeres, sino en
vencedores y vencidos. Hay una España que se cree con derecho sobre la otra. Y
aquí da igual ser mujer que hombre. Leí en un sitio: "soy feminista porque
soy humanista; no soy humanista por ser feminista". Es verdad. Igual que
pasa con tantos otros movimientos sociales, hay personas que trabajan en ello,
pero no olvidan que se trata de una parte de la mejora de la sociedad. Pero no
la única.
Yo no veo feminismo en esas
mujeres que temen u odian a los hombres, ni en esas otras que buscan sólo una
ventaja para su vida. Tampoco en esos hombres que sólo quieren agradar a su
pareja de turno. La vida es compleja y también los movimientos. No es una
religión. De esas ya hemos tenido bastantes y sabemos a lo que conducen.
Del mismo modo, no entiendo a
los hombres (y mujeres) que, como reacción a esos falsos feminismos, votan a
Vox. Para mí están igual de perdidos que aquellos. El feminismo para mí
consiste en ir derribando viejos estereotipos, pero no buscar enemigos donde no
los hay. De toda la vida recuerdo aquello de "el jefe machaca al empleado,
el empleado a su mujer, la mujer a los hijos y los hijos al gato". Este
escalafón base del autoritarismo, es una de las cosas que el franquismo
instauró en la sociedad española. Pero no nos engañemos, en el resto del mundo fue
igual. ¿Por qué? Porque a mi modo de ver todo lo que sucedió en los años
treinta y cuarenta sirvió para cargarse el aire de libertad y progresismo que
se vivió entre guerras. (Opino que su objetivo principal fue cargarse el
inmenso poder que la revolución socialista estaba tomando en Europa).
Vuelvo al tema, perdón. El
feminismo para mí no es una religión, es un foro de debate. No hay que tener
miedo a discutir. Yo no puedo cuestionar el modo en que se trata la violencia
de género. Y por eso creo, porque el mainstream
lo tiene bloqueado, no se avanza. Una vez, de joven, charlaba con una persona
mayor sobre las cárceles. Yo le decía que no se podía meter en la cárcel así
como así a un ladrón que robaba para comer y ella me decía que le daba igual,
que ella solo quería que no hubiera ladrones en las calles.
Es lo mismo en mi opinión. La raíz
de la violencia machista no es simple. Hay machismo, hay maltrato, hay
desesperación y cada cosa ha de prevenirse de distinta forma. La educación está
muy bien, pero también volver a dar apoyo social a las familias con problemas,
ya sean de alcoholismo, de ludopatía o simplemente de pobreza. Luego tenemos
los conflictos de parejas multiculturales. En España, en los últimos veinte
años se ha producido una explosión de inmigración a lo que nunca estuvimos
acostumbrados. Personas de la antigua URSS y de Sudamérica, aparte de otros
grupos, pero que no se mezclan tanto, han creado parejas que no siempre han
sabido o han podido arreglar bien sus diferencias culturales. Y, lo siento
pero, dónde están las administraciones velando por la concordia y la familia.
No. Ese papel se lo dejan a las iglesias y a las ONG,s. Así nos va. Y lo peor
es que la sociedad en su conjunto cree que eso está bien así.
Hace poco un hombre mató a sus
mujer porque se iba a divorciar de él y a quitarle la casa y los hijos. Al
menos, parece que él lo veía así, por lo que hizo. Después se suicidó. ¿Desde
cuando un asesino se suicida? Claro que está mal matar. Por supuesto. Pero
¿quien le dijo a ese hombre que no desesperase, que el tiempo todo lo cura y
los hijos siempre necesitan a su padre? Siempre me encuentro con la misma
cantinela: "ese es su problema". Pues no es su problema; es tu
problema y a las pruebas me remito. Si quieres paz, ayuda a la paz. No te
pongas de perfil.
Igual que la delincuencia
debida a la pobreza tiene solución y no así la debida a la riqueza, la
violencia machista del tipo de "la manada" no tiene una solución
pacífica. Porque es una muestra de poder y contra el poder no vale la mano
tendida. Lo entiendo.
Y luego está el maltrato. Yo
creo que hay dos tipos de maltrato. Uno que es igual que lo que acabo de
mencionar con respecto a "la manada". Un maltrato que parte de a base
de que uno es el centro del universo y todos los demás te deben pleitesía.
Niños y niñas emperadores, que se dan mucho últimamente, por cuestiones
económicas. Y luego está el maltratador que antes fue maltratado. Este sí tiene
cura. Sólo hay que hacerle ver su problema. Y ayudarle sicológicamente, claro,
al tiempo que se le da a elegir entre pena o rehabilitación.
El problema es que a esta
sociedad de la comodidad todo esto le da igual, porque pensar es duro y
preocuparse, más.
Así que aquí vamos, dando bandazos, votando a Vox, odiando a los hombres, luchando entre nosotros mientras la verdad es que los hombres siguen muriendo en las trincheras y las mujeres siguen agazapadas, muertas de miedo y protegiendo a su progenie. Y los de arriba alzan las copas, felices de haber llegado a otro acuerdo, comercial por supuesto.
Comentarios