¿Funcionan las autonomias?

Resulta que las paises europeaos están entregando parte de sus soberanías nacionales a una entidad superior, que se podría resumir como Europa. Allí cada vez más se toman decisiones que afectan y modificaciones leyes nacionales. Y todos debemos ser conscientes de lo que pretendemos con ello: una Europa más fuerte a nivel externo y más coexionada a nivel interno. Sobre esto último es importante la idea de que la gente joven viaja a Praga o a Berlin con una soltura envidiable y tienen amigos fuera de nuetras fronteras.
Por otro lado, en España, existen las autonomías, respuesta, a mi parecer, a la situación encorsetada y ninguneadora del régimen franquista, que reprimió, en vez de absorber, los sentimientos regionalistas. Sea como fuere, hemos llegado a un punto en que estamos entregando cada vez más poder desde el ámbito estatal hacia el ámbito autonómico, convirtiendo así a estas autonomías a estados dentro del estado.
Es así que tenemos tres niveles de poder político en estos momentos: el europeo, el estatal y el autonómico.

Pero ¿qué diferencias existe entre los binomios Europa-España y España-Autonomía? Pues, primero, que mientras en el primero el poder pasa de lo local a lo general, en el segundo pasa de lo general a lo local. Segundo, que mientra en Europa lo que se busca es poner de acuerdo a sus representados mediante los consejos de ministros, en España las autonomías van por libre, semejándose más a la Europa del siglo XVI, donde cada estado buscaba su propio beneficio y ni siquiera pensaba aún en pactar con otros estados. De esta forma las autonomías se parecen cada día más a reinos de Táifas, con las consecuencias que la historia nos muestra.
Ante esta situación, existen dos caminos: promover la cooperación entre autonomías, mediante una cámara territorial o acabar poco a poco con las autonomías, devolviendo las competencias al poder central. Es fácil identificar soluciones con colores políticos, pero no es mi intención entrar en ello.
Lo que quiero resaltar es la necesidad de que el Estado Español se parezca a Europa en el sentido de que haya dos cámaras, una de poderes globales, como es el Parlamento, y otra de relaciones entre las Autonomías, que ya debería ser el Senado. Creo que hasta ahora, sólo la mayoría del PP en este último ý la falta de visión del resto lo han impedido.
Nos hemos tenido que conformar con unos intentos por parte del actual gobierno socialista de reunir a los presidentes o a los consejeros autonómicos, sin mucho exito, debido al orgullo mal entendido de los presidentes nacionalistas y a la labor destructiva de los presidentes del PP.
Porque como dijo aquel, los nacionalismos son todos malos: los nacionalismos autonómicos quieren no ya la independencia, sino la hegemonía de sus autonomías, y el nacionalismo estatal (PP) quiere acabar con cualquier otro que le dispute el poder total en el estado español.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No se cómo decirlo

"Brindis" de Rafael González Castell(1885-1965)

¿Recuerdos agradables?