El miedo de esta sociedad a la verdad.

A las personas simples se les denomina simples porque procesan basicamente dividiendo todo en dos opciones, ya sea bueno y malo, conveniente e inconveniente o amigo y enemigo. Esto conduce a que son un peligro potencial. Son cobardes en solitario y asesinos en masa.

Los poderes los usan como gasolina para alimentar la "máquina". En las próximas elecciones volveremos a comprobar su falta de criterio.

Y esto lo menciono para hablar de un problema que me preocupa: la mal llamada violencia machista. Y no digo mal llamada porque no exista, que sí que existe, sino porque es un cajón de sastre donde se mete todo lo que "pueda" meterse.

El problema del machismo es un problema sociológico. La prueba es que hace cuarenta años era "normal" dar una bofetada a la esposa y hoy en día no se admite bajo ningún concepto. Esto indica que son las actitudes de la sociedad las que van cambiando estos modos.

Ahora bien. El "poder capitalista" no es tan burdo como lo puede ser el comunista o el fascista. No prohibe sino que crea "corrientes de opinión". Todos recordamos cuando ETA mató a todo tipo de personas: amas de casa, militares, guardias, políticos socialistas... Pero hasta que no mataron a un concejal del PP llamado Miguel Angel Blanco no se montó esa hola nacional que solo sirvió para darle poder a la AVT y votos al PP.

Ahora me temo que el poder usa la "violencia machista" como nuevo asunto de importancia capital, aunque hoy, como estamos en periodo electoral, parece que no es noticia de primera plana. 

Ya he escrito muchas veces sobre las falsedades de la "violencia machista". No hay primeras planas cada vez que se suicida alguien por falta de trabajo, por un desahucio, por una separación (en 2012 unas 3500 personas en total). Tampoco lo es cada vez que muere alguien en el tajo  (57 el año pasado).

Por otro lado quisiera hablar de la "maldad" de los asesinos "machistas". Yo no me imagino a Fabra entregándose a la policía porque ha arruinado la provincia de Castellón y por tanto mandado al paro a miles de trabajadores, a la bancarrota a cientos de pequeñas empresas y a alguna que otra persona al suicidio... Entiendo que los padres de Asunta Basterra o el  parricida y padre de Ruth y José, gente que niega el crimen cometido, sean tachados de asesinos. Pero una persona que se entrega tras haber cometido un asesinato, merece al menos la compasión. Que pague lo que deba pagar pero no se le puede tachar de mala persona. Las malas personas no confiesan sus crímenes.

Mientras esta sociedad siga metiendo en el mismo saco a asesinos y homicidas, a arrepentidos y a patológicos, no encontraremos la salida.

Hay que escuchar a cada asesino, saber por qué perdió el dominio de sí. Y ponerle coto. Claro. Es más fácil poner un titular de una linea que hablar de paro, desahucio, abandono, o maltrato recibido. No importa la verdad; lo que importa es quedar bien en un titular. O estas conmigo o estás contra mi. La vieja norma del autoritarismo que sigue funcionando en este pais. El miedo a decir la verdad.

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