El sentimiento religioso

La religión es el opio del pueblo, dijo Marx. ¿O no fué Marx?. En cualquier caso, llega un momento en que tomamos partido frente a la religión. La aceptamos, la rechazamos o procuramos pasar, pero la religión siempre está ahí.
No quiero hablar de la Iglesia. Esa siempre está incordiando; es un poder y por tanto, malo para los que no están de su lado. Yo quiero hablar de religión.
En su día fuí un joven rebelde, anticlerical, tras haber sido un beato de narices, fruto todo ello de aquella educación llamada religiosa, pero en el fondo sólo católica.
Quisiera saber qué es la religión. Seguro que hay libros y libros escritos al respecto. Sólo diré que a mi entender, tiene que ver con la sensación de que hay algo más grande que uno; la Tierra, el Sol, el Universo, el ciclo de la vida...Y hay quien piensa en que alguien nos creó. Y todo esto está muy bien. Pero eso no tiene nada que ver con el aprovechamiento que hacen las "religiones" en su beneficio.
Entiendo que la gente se agrupe en torno a cosas: el equipo de fútbol, el partido político, los amigos del novio...o la creencia religiosa. Pero yo no quiero hablar de eso.
Quiero entender que el concepto religioso como sensación privada e individual de que hay algo que nos supera es intrínseco a nosotros, no es vergonzoso, pero no nos debe impedir movernos. Me explico resumiendo: Un día me moriré igual que nací y seré solo un recuerdo para los que me conocieron y para los que aún oigan hablar de mí, pero no estaré en los libros de historia. Mi vida, en cierto sentido, no tiene ninguna importancia. Pero es mi vida, es mi regalo, es lo que yo tengo y por eso quiero vivirla. Pero por otro lado no me puedo olvidar de ese gran algo por encima de mí, al cual pertenezco, que me influye y al que influyo.
Puede ser la sociedad, el vecindario, la Tierra. Me pertenecen y les pertenezco de alguna manera. La gente, los animales, las plantas, todo forma parte de aquello grande y hermoso a lo que me refiero. Y el sentimiento religioso es el que me hace apreciarlos y respetarlos.
Muchas religiones han desvirtuado este sentimiento, convirtiéndolo en una mercancía. (Esto me recuerda a cómo el capitalismo fagocita todo sentimiento convirtiéndolo en un producto).
Quizá porque me han educado en una religión y la he rechazado como dogma, -aunque aprecio muchas de sus enseñanzas-,  ello me ha situado fuera de cualquier religión. Pero reconozco que hay mucha gente haciendo mucho bien bajo el paraguas de su religión y en contra de la Iglesia que la domina. (Por ejemplo San Carlos Borromeo).
Pero la religión es un accidente a superar, aunque no el único. La reacción a estas religiones autoritarias ha sido el desapego total a lo sentimientos por parte de una gran parte del mundo moderno. También esto hay que superarlo.
Hoy en día veo un nuevo ser humano, más centrado en lo que la Tierra supone para nosotros, más prevenido contra el materialismo y la inmadurez provocada por la industria del capitalismo. Más consciente de que mientras dividamos el mundo en blancos y negros, ricos y pobre, hombres y mujeres, no daremos el salto que necesitamos para superar esta humanidad.
Quizá perder la diferencia entre hombre y mujer sea lo que más miedo da (la Iglesia Católica está "acongojada"). Porque podemos perder mucho de nuestra actual identidad. Habrá mujeres que quieran acabar con el hombre y hombres que querrán seguir con la situación actual, pero quizá dentro de mil años se haya superado.
Ayer mi hijo me decía que es imparable la nivelación mundial a nivel social. Pero el efecto pendular siempre existirá y habrá vaivenes muy duros.
Creo que esta época de crisis es el inicio de este cambio. Y el sentimiento religioso forma parte de él.

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